Inyecciones intravítreas

¿Qué son las inyecciones intravítreas?

Una inyección intravítrea es un procedimiento médico en el que se inyecta un medicamento directamente en la cavidad vítrea del ojo, que es el espacio entre el cristalino y la retina. Este método permite la administración precisa de medicamentos para tratar diversas afecciones oculares, en particular las que afectan la retina y la mácula, como la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), la retinopatía diabética y el edema macular.

Los medicamentos más comunes que se administran mediante inyección intravítrea son los fármacos anti-factor de crecimiento endotelial vascular (anti-VEGF), que actúan inhibiendo el crecimiento de vasos sanguíneos anormales en el ojo y reduciendo la filtración de los vasos sanguíneos existentes. Esto puede ayudar a mejorar la visión y prevenir más daños a la retina.

Las inyecciones intravítreas suelen realizarse en un entorno ambulatorio por un especialista en retina con anestesia local. El procedimiento es relativamente rápido y, por lo general, se tolera muy bien y las molestias son mínimas. Por lo general, se recomienda a los pacientes que eviten las actividades extenuantes y que se abstengan de frotarse los ojos o que les entre agua en los ojos durante 1 día para minimizar el riesgo de complicaciones. No hay otras restricciones. Existen riesgos muy poco frecuentes, como infección (~0,05 %), sangrado, desprendimiento de retina y aumento sostenido de la presión intraocular (todos inferiores al 1 %). Por lo tanto, controlamos a los pacientes después de la inyección para detectar cualquier complicación.

Proceso para inyecciones intravítreas

Las inyecciones intravítreas son un procedimiento común que se utiliza para tratar diversas afecciones oculares, en particular las que afectan la retina. A continuación, se detalla el proceso:

  1. Preparación: Antes de la inyección, anestesiamos el ojo con anestesia local para minimizar las molestias durante el procedimiento. También es posible que le administren gotas para dilatar la pupila, lo que permite una mejor visualización de la retina.
  2. Inyección: Una vez que el ojo esté adecuadamente anestesiado y preparado, el Dr. Haak utilizará una aguja muy fina para administrar el medicamento directamente en la cavidad vítrea del ojo.
  3. Medicación: La medicación administrada mediante inyección intravítrea suele ser un fármaco anti-factor de crecimiento endotelial vascular (anti-VEGF) o un esteroide. Estos medicamentos ayudan a reducir la inflamación, previenen el crecimiento de vasos sanguíneos anormales y mejoran la salud de la retina.
  4. Cuidados posteriores a la inyección: después de la inyección, es posible que experimente algunas molestias o efectos secundarios menores, como visión borrosa temporal o moscas volantes en la visión. Estos síntomas suelen desaparecer en unos pocos días. Por lo general, se recomienda a los pacientes que eviten las actividades extenuantes y que se abstengan de frotarse los ojos para minimizar el riesgo de complicaciones.
  5. Seguimiento: Los pacientes que se someten a inyecciones intravítreas suelen necesitar citas de seguimiento periódicas para controlar su evolución y evaluar la eficacia del tratamiento. Es posible que sean necesarias inyecciones adicionales en función de la afección específica que se esté tratando y de la respuesta al tratamiento.

Afecciones tratadas con inyecciones intravítreas

Las inyecciones intravítreas se utilizan habitualmente para tratar diversas afecciones oculares, en particular las que afectan a la retina. Algunas de las afecciones que se tratan con inyecciones intravítreas son:

  1. Degeneración macular relacionada con la edad (DMRE): tanto la DMRE húmeda, caracterizada por el crecimiento anormal de vasos sanguíneos debajo de la mácula, como a veces la DMRE seca, marcada por la degradación gradual de las células sensibles a la luz en la mácula, se pueden tratar con inyecciones intravítreas.
  2. Retinopatía diabética: en esta afección, los vasos sanguíneos anormales crecen en la retina debido a la diabetes. Se pueden utilizar inyecciones intravítreas para tratar el edema macular diabético (EMD) y la retinopatía diabética proliferativa (RDP).
  3. Oclusión de la vena retiniana (OVR): se produce cuando un vaso sanguíneo de la retina se bloquea, lo que provoca pérdida de visión. Se pueden utilizar inyecciones intravítreas para tratar el edema macular asociado con la OVR.
  4. Enfermedades vasculares de la retina: afecciones como la oclusión de la arteria retiniana (OAR) o la vasculitis retiniana pueden beneficiarse de inyecciones intravítreas para reducir la inflamación y controlar las complicaciones.
  5. Edema macular: puede producirse debido a diversas afecciones subyacentes, como la oclusión de la vena retiniana, la retinopatía diabética, la uveítis y otras enfermedades de la retina. Las inyecciones intravítreas pueden ayudar a reducir la hinchazón y mejorar la visión.
  6. Glaucoma neovascular: Las inyecciones intravítreas pueden utilizarse como parte del tratamiento del glaucoma neovascular, un tipo de glaucoma secundario causado por el crecimiento de vasos sanguíneos anormales en el iris o en el ángulo del ojo.

Estas inyecciones generalmente contienen medicamentos como agentes anti-factor de crecimiento endotelial vascular (anti-VEGF), corticosteroides u otros medicamentos destinados a atacar la causa subyacente de la afección o reducir la inflamación y el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos en el ojo.

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