Degeneración macular seca

¿Qué es la degeneración macular seca?

La degeneración macular seca, también conocida como degeneración macular atrófica o no neovascular, es una afección ocular común que se caracteriza por el deterioro gradual de la mácula, la porción central de la retina responsable de la visión central nítida. A diferencia de la degeneración macular húmeda, que implica el crecimiento de vasos sanguíneos anormales, la degeneración macular seca se caracteriza principalmente por la acumulación de pequeños depósitos amarillos llamados drusas debajo de la mácula y el adelgazamiento del tejido macular.

Tratamientos para la degeneración macular seca

El tratamiento de la degeneración macular seca se centra principalmente en controlar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad. Actualmente, no existe cura para la degeneración macular seca, pero existen varias estrategias que pueden ayudar.

1. IZERVAY (solución intravítrea de avacincaptad pegol) es una inyección ocular recientemente aprobada, que se utiliza para tratar la atrofia geográfica (AG), que es la forma avanzada de la degeneración macular seca relacionada con la edad (DMRE).
2. Suplementos nutricionales: Estudios como el Estudio de Enfermedades Oculares Relacionadas con la Edad (AREDS) y AREDS2 han demostrado que ciertos suplementos nutricionales pueden ayudar a retrasar la progresión de la degeneración macular seca en algunas personas. Estos suplementos suelen contener antioxidantes como las vitaminas C y E, zinc, cobre y luteína/zeaxantina.
3. Cambios en el estilo de vida: Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya mantener una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, hacer ejercicio regularmente, controlar la presión arterial y los niveles de colesterol y evitar fumar, puede ayudar a reducir el riesgo de progresión.
4. Monitoreo: El monitoreo regular de la visión por parte de un especialista en retina es esencial para detectar cualquier cambio en la visión y ajustar el tratamiento según sea necesario.

Es importante tener en cuenta que, si bien estos tratamientos y estrategias pueden ayudar a controlar la degeneración macular seca, no pueden revertir la pérdida de visión que ya se ha producido. La detección y la intervención tempranas son fundamentales para preservar la visión y mantener la calidad de vida de las personas con degeneración macular. Los exámenes oculares periódicos son cruciales para detectar la afección y controlar su progresión.